Implantes dentales sin hueso

Los dientes, no sólo tienen como función primordial la masticación, sino que también tienen una gran importancia en el mantenimiento de las estructuras óseas que los rodean.

Cuando una persona es sometida a extracciones dentales, con el paso del tiempo, se va perdiendo la dimensión del hueso y de la encía.

Hoy en día, existen técnicas avanzadas en el ramo de la Implantología y la colocación de Implantes dentales con poco hueso ya es posible.

Primero se realiza una valoración de la estructura ósea y dental mediante radiografías panorámicas y TAC dental 3D, lo que permite al Implantólogo / Cirujano Maxilofacial realizar un estudio completo del paciente y determinar así la mejor técnica.

Consiste en la colocación de hueso en polvo para conseguir un soporte óseo correcto. La utilización de hueso del propio paciente (autólogo) supondría una intervención quirúrgica de gran magnitud, y el porcentaje de éxito con hueso en polvo, es muy elevado.

El tiempo de tratamiento de los Implantes dentales con poco hueso es superior al de los Implantes dentales habituales, ya que, primero se ha de regenerar esa falta de hueso.

La principal función de un injerto óseo, es facilitar la osteointegración del implante de titanio con el hueso dental, para que de esta manera el implante “agarre” y pueda cumplir su función como raíz artificial.

Esta técnica, es una alternativa a los injertos en pacientes con pérdida severa de hueso. Esta técnica se realiza en pacientes, parcial o totalmente edéntulos, que presentan un maxilar superior con una ausencia total de hueso.

Es una técnica quirúrgica que permite el aumento de hueso del maxilar superior, zona de premolares y molares, para poder así obtener una altura ósea suficiente en la que poder colocar los implantes dentales.