Sedación dental
¿QUÉ ES LA SEDACIÓN DENTAL?
La sedación dental busca eliminar la ansiedad que los tratamientos odontológicos pueden producir en el paciente. El control de la ansiedad puede ser aconsejable en casos de pacientes muy nerviosos o en tratamientos de larga duración.
Los pacientes dentales con ansiedad generalizada, belonefobia (miedo de instrumentos afilados y agujas), previo trauma dental o miedo generalizado del dentista pueden tomar medicación oral con el fin de reducir sus ansiedades.
La ansiedad interfiere de forma importante en la colaboración necesaria entre el paciente y el profesional durante un procedimiento. Por tanto, disponer de métodos para su control va a influir positivamente en el confort del paciente y en el resultado final del tratamiento.
TIPOS DE SEDACIÓN DENTAL
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Sedación oral
Los sedantes orales, como el diazepam, se administran de forma previa a la cita prevista, en una o dos dosis. Es una forma sencilla de control de la ansiedad y de fácil manejo. Una sencilla premedicación puede hacer mucho más satisfactoria la visita paciente.
Los sedantes orales no producen alivio del dolor, de modo que también se emplearán anestésicos locales para el control del dolor.
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Sedación intravenosa
La sedación intravenosa es una técnica que precisa de la colaboración de un anestesiólogo para su administración y control, mientras dura el procedimiento el especialista monitoriza las constantes vitales del paciente en todo momento.
Los fármacos administrados producen una depresión superficial del nivel de conciencia que hace que el paciente esté somnoliento pero con capacidad para colaborar con el odontólogo mientras éste trabaja. Este estado se denomina sedación consciente.
Al terminar, el paciente se recupera fácilmente y tras un corto descanso puede dejar la clínica e irse a su domicilio.